Por: Arturo Ollarzaval // @Capitanfutbol
Para muchos el futbol es un espectáculo, para otros un distractor, para otros una fiesta (no ven el partido pero que tal la carne asada y cerveza) para unos es una manipulación, para otros la máxima fiesta del futbol imperdible, cada quien ve las cosas como quiere y eso es indiscutible, lo bueno es que cada quien es libre de decidir si ven los partidos o no, yo quiero decirles el futbol es el menos culpable.
Cada cuatro años se vive la fiesta del futbol, siempre queda marcada por algo, ahora por manifestaciones que se fortalecen cada día y entre más se acerca el día más manifestantes se reúnen, habitantes piden comida y no futbol, e inclusive Ronaldo una de las máximas figuras del futbol del mundo y representante de Brasil se ha puesto a favor de los manifestantes.
Me llega un recuerdo que tengo presente, fue en el 2002, el mundial se disputó en Corea- Japón, por la diferencia de horarios en México los partidos eran muy temprano, algunos otros eran diferidos más tarde por la misma razón, Brasil fue campeón de esa edición.
Llego el turno de los mexicanos, para esto yo cursaba el sexto grado de primaria el partido fue a eso de las siete o seis de la mañana, mi hora de entrar a la escuela era a las ocho, no me quería perder el partido y menos el ver a grandes jugadores mexicanos (ahora muchos de ellos son mis ídolos, la mayoría ya no juega, unos encuentran en medios de comunicación, otros a otras cosas), mis papás claro no iban a permitir que faltara a la escuela.
Un partido de selección es motivo de estar expectantes, y en la escuela no fue la excepción, la maestra nos dijo que si queríamos llegar temprano podíamos hacerlo para ver el partido, después del encuentro se reanudarían las clases. Yo tomé la decisión de ver el segundo tiempo del partido para saber el marcador final, en parte del primer tiempo lo usaría para trasladarme de mi casa a la escuela, él encargado de llevarme a la escuela fue mi papá (descanse en paz, gran aficionado a los deportes por lo que al escribir esto traigo lágrimas en mis ojos un gran recuerdo) y si fui de los primeros en llegar, la escuela desértica, quizá llegue primero que muchos del personal, de alumnos de mi grupo fui el primero en llegar, yo prendí el televisor de la T.V. y a apoyar a la selección.
No faltó quien se llevara las pinturas y a la hora del receso todos traíamos pintada la cara, algo característico, personalmente un momento mundialista especial, porque aunque México tuvo una buena participación en fase de grupos (clasificó como primero) en octavos se acabó esa racha y adiós del mundial al perder frente a Estados Unidos.
Ahora el escuchar cientos de canciones mundialistas se me pone "chinita la piel" la fiebre mundialista vuelve, ahora la viviré como reportero deportivo desde México algo que espero con ansias, ya quiero escuchar ver el inicio y miles de personas vibrar en cualquier rincón del mundo.
P.D. De las mejores canciones del mundial sin duda me quedo con Francia 1998 "La copa de la vida" a cargo de Ricky Martin.